Y al son de «Ronca», «Pobre diabla» y «Vuelve», a poco más de la medianoche, Don Omar conquistó al público acompañado de su vocalista Mario VI y sus bailarines. Más tarde, su colega, Tego Calderón se unió a éste en dos números que pusieron a bailar a los seguidores del reggaetón.
En el escenario, el rapero hizo un alto para aclarar que «es mi deseo que ustedes vean mi trabajo como un regalo que le hago a Panamá. Y vengo a este país, por segunda ocasión, para renovar mi compromiso de continuar siendo el ‘Rey del Reggaetón'».
En sus primeras palabras, el artista aseguró que «el reggaetón es un sistema de limpieza que sólo hará sobrevivir a aquéllos que acepten las exigencias cada vez más fuertes del público. Creo que por ese hecho, el género nunca quedará en el pasado. El reggaetón nació de un hombre que como yo, aprendió a escuchar la música como la panameña, y la respeta porque es el arte de muchos grandes que llevan una vida trabajando por ella».
Previo a su presentación en el Carnaval de Panamá, el rapero Don Omar, llegó al salón de prensa del evento para ofrecer una rueda de prensa. Sin embargo, sus «asesores de seguridad» crearon una situación incómoda entre la prensa panameña e internacional, al éstos intentar sacar de la mesa presidencial a la reina del carnaval y sus dos embajadoras, para que el artista boricua se sentara junto a su séquito.
A poco minutos de hacer su entrada al salón de prensa, un «asesor de seguridad» del artista, pidió al encargado de prensa del Carnaval que sacara de sus sillas a las reinas para que Don Omar y su séquito se ubicara en los únicos cuatro asientos ubicados en la mesa presidencial. El acto de inmediato provocó que tantos miembros de la prensa panameña como fanáticos de las beldades, exigieran a viva voz que éstas volvieran a sus asientos.
Cabe señalar que todos los artistas, desde Rubén Blades a Roberto Roena, acudieron a la conferencia de prensa acompañados de las jóvenes reinas.
Las jóvenes volvieron a sus sillas, y el encargado de prensa del Carnaval, tomó la palabra para poner las reglas que los «asesores de seguridad» de Don Omar le acababan de notificar.
Estas reglas consistían en que ninguna persona podía ubicarse cerca de la mesa, y que no se iba a permitir la entrada o salida de nadie de la sala mientras el artistas estuviera en conversando. Esto estableció un contraste con las conferencias de prensa de Rubén Blades, Los Van Van y Roberto Roena, quienes dialogaron rodeados de la prensa y de fanáticos que incluso se tomaron algunas fotografías con sus artistas.
Tan pronto Don Omar tomó asiento al lado de las reinas del Carnaval, y saludó a la prensa, una periodista panameña le inquirió si tenía algún problema con sentarse al lado de las jóvenes ya que las había mandado a levantar de sus asientos. Hecho que éste negópara expresar de inmediato que «jamás un caballero hace levantar a una mujer de su asiento. No fue mi intención ofender».
Una periodista le inquirió si es necesaria en su carrera tanta seguridad, a lo que Don Omar expresó que «no necesito de esa seguridad. Aquí se sentirán amenazados quienes violen su sistema. Ellos (su seguridad) son gente muy profesional que busca proteger al artista».
Concluida la conferencia de prensa, y a preguntas de EL VOCERO, Mingthoy Giro, presidenta ejecutiva del Carnaval aclaró que «este suceso se dio por un mal entendido entre la seguridad del artista y los encargados del salón de prensa. Pero, todo se aclaró».
