Ñejo y Dálmata en busca de la originalidad
Ponce es Ponce… y Ñejo y Dálmata, otra cosa. Ambos jóvenes conforman un dúo versátil que desea hacer historia dentro del género del reguetón.
«Queremos vivir siempre de la música, porque es nuestra vida. Queremos ser leyenda, haciendo cosas buenas», dice el simpático Ñejo.
«Los que queremos es ser un clásico, dejar un legado como Rubén Blades o Juan Luis Guerra», expone por su lado Dálmata.
Estos cantantes oriundos de la Ciudad Señorial, Ponce, son conscientes de que su estilo interpretativo es único y, hasta el momento, han sabido sacarle provecho a eso.
Ñejo describe el estilo de Dálmata como profesional. «Él es bien exigente, está entregao, yo me vine a dar cuenta de que era rapero los otros días, pero trato de no creérmelo».
Dálmata, por su parte, describe el estilo de Ñejo como uno que «le parte el coco a cualquiera por la súper lírica que tiene; este hombre está por encima».
Uno de sus enfoques es que, al momento de hacer un tema, tratan de ser originales. Su inspiración proviene del ambiente en que están, cómo se sienten, pensar en las recompensas personales, profesionales y económicas que obtienen de su carrera artística.
Esta evolución artística la han tenido gracias al compromiso que hicieron con sus carreras y con el público. Por ejemplo, meses atrás Ñejo, confiesa, estaba más algarete. Gracias a su compañero Dálmata tomó conciencia de la importancia del momento que están viviendo como intérpretes del género que tiene cautivada a la juventud.
«He visto gente que con el tiempo mejora y otros se dañan. Cuando yo empecé no le tenía el mismo amor ni el casco que le tengo ahora. Gracias a este compañero que me ha ayudado a entender, ya hago armonía con la voz, antes era algarete. Antes yo lo hacía como quiera, como saliera, pero gracias al perfeccionismo de Dálmata he cambiado», confiesa Ñejo a ReguetónPH.
Matando la liga en «Flow la Discoteka 2»
Para Dálmata, el disco «Flow la discoteka 2» es lo que hacía falta en el género.
«Es una peseta, tiene dos caras, puede que la gente ahora se atreva a usar otras cosas. Porque este disco marca la diferencia, está brutal», asegura el artista de 27 años.
Uno de los temas en los cuales Ñejo colabora fue «Mal de amores». Es un tema spanglish, el cual asegura no lo escribió con el fin de adentrarse al mercado anglosajón. «Fue escrito para una muchacha que iba a grabar con Dj Nelson y tenía un coro en inglés. Surgió de la nada, no fue con la intención de adentrarme en ese mercado. Yo no dije: ‘¡Diantre, quiero llegar a los gringos!’, pero cuando uno se da cuenta hay la posibilidad», explica el intérprete de «No quiere novio».
De la misma manera, Dálmata asegura que no grabó el tema «Pasarela», que fusiona el reguetón con mariachi, para conquistar el mercado mexicano.
«Salió de chiripa, eso se llama musa e inspiración. Ya tenía la idea, pero fueron los acordes de la pista, que con trompeta dieron ese toque mexicano. Lo hicimos por hacer buena música no pensando en entrar a México, por que no sabemos si entraremos», comenta Dálmata, a quien le encantaría consolidarse en ese gran mercado.
A pesar de estos temas, que sin duda serán un gran éxito para su carrera, su enfoque es cautivar el mercado hispano en las próximas presentaciones que tendrán en varios países latinoamericanos.
© CARACOL S.A. Todos los derechos reservados.
CARACOL S.A. realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados.