“Sí vale la pena este sacrificio, porque él es una persona humilde y ha hecho mucho y ha puesto el nombre de Puerto Rico bien en alto. Es bello”, expresó Rebecca emocionada.
Igual opinaron los hermanos Abner Rodríguez y Jecier Príncipe, quienes llegaron desde Carolina. Abner compartió que su interés en conocer en persona al artista se debía al respeto que le tenía por haber trabajado tanto por enaltecer el nombre de la Isla.
A eso de las 5:15 de la tarde Daddy Yankee llegó y el público celebró con los brazos en alto.
Edna y Rebecca, quienes llegaron desde las 10:00 a.m. , se llevaron los primeros besos. Estaban felices. Su estancia dentro de la carpa en donde él firmaba autógrafos fue corta “pero inolvidable”.
Daddy Yankee les agradeció la espera. “Esto me reafirma que tengo que estar aún más comprometido de lo que estoy con mi gente, porque aguantar este calor, que no está fácil, me hace darme cuenta de que tengo que comprometerme aún más. Soy una persona agradecida y siempre lo he dicho, que a ellos es a quienes me debo. Por eso los amo tanto”, expresó el artista.
Daddy Yankee compartió que la mayoría de los fanáticos le felicitaron por el disco y le expresaron el orgullo que sentían de tenerlo como representante alrededor del mundo.
El artista permanecería firmando autógrafos a las primeras 200 personas que llegaron hasta el lugar, una regla establecida previa al evento. Entre sus fanáticos se hallaban niños, jóvenes y adultos.
“Estoy bendecido. Aquí hay desde niños hasta abuelitas. Eso es una bendición que Daddy Yankee pueda llegar a un público tan diverso”, concluyó
