Todo era una fiesta, de repente un hombre ebrio de 24 años de edad comenzó a gritar que Santa Claus no existe. El hecho causo sorpresa y desconcierto en los centenares de niños que observaban el desfile. Como consecuencia fue detenido por la policía con el cargo de alteración del orden publico.
“Nos pareció realmente malicioso que alguien durante esta época del año les dijera a los niños que Santa no existe”, comentó el agente Steve Koopman. “Estaba molestando a todos en el desfile. Molestaba a las familias, obviamente molestaba a los niños”, añadió.
La policía prefirió mantener en reserva el nombre del alborotador navideño, pero si informo que con este hecho violo la libertad condicional bajo la cual se encontraba.
El departamento local de Policía emitió un mensaje mediante su cuenta de Twitter oficial donde bautizaban al hombre como el “Grinch intoxicado” por romper los corazones de decenas de niños en el desfile.
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