Según María Menezes, que estuvo presente en el inusual velatorio en Alagoinhas (próximo a Salvador de Bahia), “Todo el mundo tenia mucho miedo. Algunas mujeres se desmayaron y las personas no podían entender que estaba ocurriendo, algunos llegaron a considerarlo como un fantasma de ultratumba”
Gilberto Araujo, un lavacarros de 41 años de edad, se entero por un amigo que lo daban por muerto y que lo estaban velando. Inmediatamente llamo por teléfono a un familiar para avisar que estaba vivo. Al no obtener respuesta decidió presentarse en su funeral.
“Un amigo me dijo que había un féretro y que yo estaba dentro. Entonces le dije, “pero yo estoy vivo, ¡pellízcame!”, contó Gilberto.
José Marcos Santana Santos, hermano de Gilberto cuenta que, “Gilberto solo aparece alguna veces por año y pasamos mucho tiempo sin verlo. Vive en Alagoinhas, pero cada día está en un lugar diferente”
La madre Marina Santana comenta que estuvieron los últimos cuatro meses sin verlo, pensaron lo peor. La policía local informó que ya retiró el cadáver del lugar y está a la espera de que alguien reconozca el cuerpo.
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