Luego de rascarse por una picazón que le molestaba, Billy McNeelly de 32 años, se sorprendió al darse cuenta que tenía un metal incrustado en su cuerpo. "Inmediatamente corrí a un taxi para ir al hospital más cercano", declaró el muchacho.
El misterio de la navaja clavada en la espalda se remonta a principio de 2012, durante una fiesta a la que McNeely asistió. Esa noche el joven tuvo una pelea y fue apuñalado cinco veces. Luego del incidente, Billy fue llevado a la sala de emergencias donde fue curado de las heridas, pero nunca le tomaron radiografías de rayos X. Desde entonces, vivió con una hoja de metal sin que lo supiera.
Sin embargo, durante los últimos tres años, McNeely sintió una picazón constante en la espalda, además de dolores e irritaciones. "Hace unos días, mientras me rascaba, me clavé la uña debajo de la piel, y descubrí el pedazo de metal", contó el joven, quien ahora guarda como recuerdo el cuchillo que le removieron y que mantuvo en su cuerpo por casi mil días.
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