La normativa obliga a los productores a adquirir un permiso de salud pública para grabar en Los Angeles, líder mundial en la industria pornográfica, y una de las condiciones para obtenerlo es que los actores usen preservativos, indicó un despacho de la agencia alemana DPA.
“El ejercicio de las libertades de la primera enmienda no puede ser limitado por referéndum”, se expresó en la demanda, a lo que Steven Hirsch, fundador de Vivid, agregó que “lucharemos por nuestro derecho a expresarnos como queremos”.
La industria del cine para adultos amenaza con abandonar la ciudad de California si finalmente se aplica la ley que entró en vigor el 14 de diciembre. Mientras que Pasadena y Long Beach, poblaciones cercanas a Los Angeles, tienen sus propios departamentos de salud, por lo que no se aplica el uso obligatorio del condón.
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