La joven sufre de "espectrofilia", un síndrome que hace que las personas sientan placer sexual de los espíritus, según contó en un programa de televisión.
"Estaba acostada en mi cama y luego sentí que alguien había entrado en mi habitación, pero no podía ver a nadie", confesó y continuó diciendo que había sentido penetración. "Lo disfruté, me gustó mucho".
Sin embargo, la ucraniana dijo que esas vivencias no habían afectado la relación con su pareja, sino que al contrario se sintió más feliz.
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