Un hombre de 75 años tuvo que ser llevado de urgencias al hospital, luego de que impregnara un insecticida en el pene pensando que se le había metido un nuche.
El insecticida le produjo alta irritación, inflamación y estuvo a punto de desarrollar gangrena y un cáncer, circunstancia que no le dejaba más opciones a los médicos que cortarle el pene en forma urgente para salvar su vida.
Se colocó insecticida después de terminar sus labores del campo y sentir una fuerte rasquiña que se le convirtió en un abultamiento doloroso, según el informe del hospital.
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