Una discoteca en Mallorca, España, fue censurada porque una noche una mujer pasada de tragos y tal vez bajo el efecto de las drogas, comenzó a practicar sexo oral a varios jóvenes que se encontraban en la fiesta.
El sitio reúne británicos e irlandeses, y esa noche todo se subió de tono pues alguien grabó el momento en que la chica empezaba a realizar felaciones a hombres que estaban a su alrededor, al parecer para ganar una botella gratis de trago si se lo hacía a 24 hombres.
El dueño de la discoteca recibió una sanción de doce meses de cierre del local y una multa de 55.000 euros, por permitir este tipo de exhibiciones.