Un informe del diario The Western Exeter Times de 1902 habló de una novedad que ofrecía una casa de campo, “Face-book”. Pero obviamente, era una variante del que hoy conocemos, ¿en qué consistía?
A falta de la actual tecnología, en las casas señoriales se pedía a los huéspedes dibujar una imagen de su cara y firmar con su nombre debajo de ella.
El informe del periódico decía: “El resultado es muy divertido y los peores dibujos con frecuencia causan el mayor entretenimiento.” Amy Sell, un investigador del diario británico Archive, dijo: “Es sorprendente cuán cerca el ‘Face-book’ de 1902 refleja lo que usamos hoy en día –
La historia ciertamente parece repetirse”, ¿qué tal esto?