El helado que no se derrite es una realidad (aunque por ahora solo en Japón)
Los japoneses han vuelto a hacer mucho más fácil la vida de los habitantes de este planeta, en esta ocasión gracias a haber descubierto cómo crear un helado que no se derrite. Un equipo de la Universidad de Kanazawa ha llegado a la conclusión que para conseguirlo solo es necesario incorporar en el alimento congelado una dosis de polifenol líquido, una sustancia química que puede encontrarse en frutas como la fresa.
Las propiedades de dicho componente hacen más difícil que el agua y el aceite presentes en el helado puedan separarse, de modo que este podrá conservar su forma original por un periodo más largo de tiempo y soportando temperaturas tan altas como los 40 grados. Y todo ello sin sacrificar ni un ápice del suave y delicioso sabor del postre preferido por todos en verano.
«Estando en una habitación con aire acondicionado, cuando se aplicó el calor de un secador en un helado de vainilla adquirido en una tienda corriente, sus bordes empezaron a derretirse casi instantáneamente. Pero en cambio, el helado Kanazawa Ice retuvo su forma original incluso después de cinco minutos. Y además seguía igual de frío», comentó un periodista japonés después de probar el innovador producto el pasado mes de abril.
La idea de investigar las aplicaciones culinarias del polifenol nació casi por accidente después de que un pastelero procedente de la prefectura de Miyagi fuera reclutado para crear dulces utilizando precisamente esta sustancia. El chef no tardó en quejarse después de que la crema de leche con la que estaba trabajando se solidificara en seguida en contacto con la composición química, algo que los citados científicos aprovecharon en su día para estudiar sus propiedades de solidificación y aplicarla en la producción de helados.
Esta revolución en el mercado de los helados ya ha llegado a las estanterías de varias tiendas de Japón, concretamente en las ciudades de Kanazawa, Osaka y Tokio, y puede adquirirse por 500 yenes (4,5 dólares).