Tickling: el juego erótico que puede conseguir llegar al orgasmo

No solo las tendencias digitales evolucionan, si se habla de relaciones y pasión, cualquier opción que ayude a disfrutar de la vida sexual es válida para diferentes parejas o personas en el mundo. Por eso algunos ya se han interesado por el tickling.

Desde hace varios años el tickling ha sido un juego al que varios han recurrido, pues no es más que conseguir la excitación con las cosquillas y que ha tenido buenos resultados, hablados por expertos. 

Esta táctica tiene como objetivo despertar los centros del placer del cerebro y estimula la producción hormonal de endorfinas, lo que aviva el deseo e intensifica el encuentro, tal como pasa con la risa. 

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En Google salen diferentes datos sobre el tickling, las búsquedas cada vez aumentan más sobre cómo hacer cosquillas dentro del juego sexual o cuáles son las partes en las que mejor resultado se obtiene, pues esto logra, según estudios, que se pueda llegar al orgasmo. 

Sin embargo, cada cuerpo es diferente, así que para implementar este juego hay que experimentar y tener la mente abierta a nuevas sensaciones, ayudándose de objetos como plumas o las yemas de tus dedos. 

Según la psicóloga Christine Harris, de la Universidad de California en San Diego, las axilas son la parte del cuerpo más sensible a las cosquillas, seguidas por la cintura, las costillas, los pies y las rodillas; y  el pie derecho más que el izquierdo.

Otros estudios destacan zonas como: cuello, orejas, ingles y los pezones.

Vale aclarar que la idea del tickling no es privarse de la risa, solo aprender a identificar las zonas sensibles que causan placer y que se pueden controlar para disfrutar de la pasión.