El anciano, que había sobrevivido al cáncer, sufrió un paro cardíaco por desangrarse por cuenta de un picotazo en su pierna
Cuando Virginia Guinan, de 33 años, entró en la casa de su padre en la localidad de Ballinasloe, centro de Irlanda, se encontró con una aterradora escena que difícilmente olvidará.
El anciano de 67 años, identificado como Jasper Kraus, quien había logrado sobrevivir a un cáncer, estaba siendo reanimado en la cocina por un grupo de paramédicos que habían llegado hasta su granja.
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El hombre, oriundo de Países Bajos, quien fallecía ante los ojos de su hija en medio de un charco de sangre, no se fue sin antes pronunciar sus últimas palabras que siguen retumbando por curiosas y aterradoras en la isla, al norte de Europa: «Gallina».
El anciano había muerto por cuenta de una herida en su pierna, la cual habría sido causada por el picotazo de una enorme gallina de la especie Brahma, que yacía en el corral.
En medio de una audiencia, que se llevó a cabo en abril pasado, se determinó que el ave, quien se encontraba en el corral con muestras de sangre en sus patas, había sido la causante de su muerte.
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«No pensarías jamás que un pollo puede ser peligroso, pero pueden serlo. Fue un ataque malicioso, absolutamente brutal. Había litros de sangre por todo el piso cuando yo llegué», concluyó Virginia Guinan, en declaraciones recogidas por GalwayBeo.
